El día ha sido soleado pero con viento muy frio, pero ha merecido la pena por lo que ahora contamos. Javier (padre), Rodrigo, Andrés, Gonzalo, Pepe, Pablo, Antonio y Porti han sido los participantes.

Primero nos encontramos con la «emocionante» sorpresa de que no había más billetes, el tren estaba lleno y nos faltaba por subir a tres de los nuestros. Los padres del Club se movieron rápido y tras su gestión conseguimos subir al tres; esos sí, el asiento era en el suelo.

Bajamos en Calañas y allí estaba el Morante, de unos 420 metros de Altura. Empezamos al ascenso por la cara sur, y llegamos en relativamente poco tiempo. Arriba hay un repetidor de radio y una casa derruida que le llaman «la casa de la reina». Tras almorza comenzamos el descenso y ahora sí que hacía viento y frio.

Ya en Calañas, de vuelta, nos tomamos un refresco (los mayores un café) y luego jugamos un partido de fútbol en la explanada de la estación.

Todos se lo han pasado muy bien, pero creo que demandan una escursión en la que haya que andar más. A por ello iremos.