Fue una tarde increíble: basta ver las fotos que os podéis bajar. Hablan por si mismas. Agua deliciosa, olas, Kayak a prueba de inmersión, tripulantes valientes y anfitriones de lujo: la abuela de Antonio y Fran trabajó duro pensando que en la merienda no serían capaces de acabar con el enorme y también delicioso bizcocho ¡dice la la próxima vez prepara el doble!